Una colección de discos rescata el patrimonio musical de la Catedral

El primer trabajo sale hoy a la venta con seis obras del siglo XVIII compuestas por tres maestros de capilla del templo en honor a los patronos · Esirtu editará otros cinco álbumes dirigidos por Antonio del Pino

Cristina Fernández. Málaga Hoy

Fiebre amarilla, inundaciones y otra clase de epidemias, desamortización, quema de conventos y una guerra civil. Todo contribuyó a que se perdiera gran parte del patrimonio malagueño. Sin embargo, la Catedral de Málaga, como una atalaya inaccesible a las desgracias, ha conservado un tesoro en sus archivos. Allí se guardan las partituras compuestas en los últimos cinco siglos en torno a diferentes motivos religiosos. Pero la música necesita brotar del papel y para darle vida a este legado la productora Esirtu ha iniciado una colección de discos que contendrá las joyas de la historia musical malagueña grabadas por el grupo Maestro Iribarren. Hoy sale a la venta el primer CD de Monumentos sonoros de la Catedral de Málaga, que contiene obras en honor a San Ciriaco y Santa Paula.

Antonio del Pino es el director musical del proyecto que surgió hace un año. Estaba estudiando las composiciones que distintos autores habían dedicado a los patronos y "ante mi sorpresa, vi que toda la música de la que se hacía referencia en actas capitulares y otros documentos no se había perdido", explicó ayer Del Pino. Entonces se dirigió a la empresa de gestión cultural Esirtu para poner en marcha la idea. El primer paso ha sido la selección de las "seis obras sobre los mártires más brillantes para la plantilla de la que disponíamos", comentó Luis Pacetti, tenor y el encargado de la compleja labor de transcribir los manuscritos.

Estas obras pertenecen a los maestros Juan Francés de Iribarren, Jaime Torrens y Francisco Sanz. Todas ellas están datadas en el siglo XVIII. "Es una música compuesta en Málaga, interpretada aquí, grabada con recursos malagueños y que no se entiende sin su trabazón con nuestra propia historia", aseguró el director musical de la colección que cuenta con el apoyo de la Consejería de Cultura, la Fundación Unicaja y el Cabildo de la Catedral. Unos 14.000 euros han invertido en sacar adelante el proyecto. El primer álbum se ha grabado tras la pasada Semana Santa en la capilla del Monte Calvario para "dotarlo de una acústica natural de iglesia", como comenta el gerente de Esirtu, Juan Carlos Estrada. De éste se han editado 1.000 copias que se pueden adquirir en la tienda de la Catedral por 20 euros. Lourdes Martín y Luis Pacetti han colaborado en la parte musical que ha sido rematada con las mezclas de Antonio Jiménez.

Tradiderunt corpora sua es la obra más antigua que recoge el disco y la primera de todas las que están dedicadas a los patronos. Fue compuesta por Francisco Sanz, cuyo magisterio transcurrió entre 1694 y 1732, y se puede constatar su uso continuado hasta bien entrado el siglo XIX. Este motete polifónico -breve composición musical para cantar en las iglesias- se encuadra en una serie de responsorios en gregoriano. La siguiente pieza, según orden cronológico, es Impii super iustos, compuesta en 1745 por Iribarren, "quizás el autor más importante todos los que atesora el archivo", comentaron los promotores. El resto de piezas han sido seleccionadas entre una docena de villancicos que creó Jaime Torrens entre 1783 y 1788 en torno a los patronos.

Ésta es la primera vez que se graban unas partituras que, a pesar de ser populares hace doscientos años, hoy son grandes desconocidas para el público general. Al igual que sus autores. Durante los próximos meses y hasta el verano de 2009, Esirtu pretende editar otros cinco o seis discos más. Serán temáticos y girarán en torno a festividades como la Inmaculada, la Semana Santa. Y la Catedral seguirá sirviendo, explicó su deán, Francisco García Mota, además de lugar de culto como "centro de investigación".